La pagina web de "Ataxia y atáxicos" (información sobre ataxia, sin ánimo de lucro) es: http://www.ataxia-y-ataxicos.es/


martes, 6 de marzo de 2012

Para buscar fantasmas (I)

Blog "Ataxia y atáxicos".
Por Vicente Sáez Vallés, paciente de Ataxia de Friedreich, de Zaragoza.

Las enfermeras doblaban gasas, que venían de la autoclave color marrón y plata. Hacía fresco y destemple en ese hospital, de mala construcción, pero revestido mágicamente con luz de mil fluorescentes y aparatos de silencioso bramido eléctrico y moderno. Esa madrugada del mes de agosto, con el amanecer anunciado, unas profesionales de la salud charlaban mientras empaquetaban esas formas cuadradas de algodón poco tupido. Estaban en un cuarto azul comunicado con la sala de curas de la planta de “neuro”. Las sanitarias suelen doblar gasas en una secuencia de movimientos hermosa: gesto mecánico aprendido de costumbres lejanas, casi ancestrales... como los gatos aseándose en el contraluz de una ventana, que juega con sus sombras... pero gesto hermoso: intimidad y líneas difusas de una escena callada.

- ¿Sabes? El de la setecientos veinte se va mañana...

- ¿El de la setecientos veinte? ¡Si parecía estar tan a gusto aquí...!

- Parecía estar más grave. Sólo ha estado tres días viéndolas venir. No entiendo cómo hay gente que estando tan enferma como él, tiene ganas de seguir viviendo... ¡Las mujeres tenemos qué hacérselo todo!

- ¿A qué te refieres? –la joven enfermera dejó las gasas a un lado, y torció el rostro, como esperando esa contestación, y no otra.

- Al revolcón... a empujar... Ya sabes...

- ¡Vamos... en qué cosas te fijas!

- Pues se lo llevan de aquí.. y tú te vas también. ¡Mira qué casualidad! –en ese instante, fue la más madura la que puso la sorna, los brazos en jarras, y dejó las gasas aparte.

- Coincidencia. Me queda un día, cojo vacaciones, y me largo al paro.

La enfermera agitó su bata blanca para intentar despojarse del calor, que iba creciendo conforme pensaba en el desorden de su vida: Iría a las montañas... y pensaba en todo lo que tenía que hacer para dejar de pensar, en todo aquello que no debía pensar... en pensar cómo pensar en no pensar. No entendía eso de la jerarquía: Ella era enfermera, su compañera auxiliar. y su prima administrativa. El amante de su prima era médico... y su marido médico-jefe de planta.

“Luego, mi compañera", siguió pensando, "esta mujer pelirroja de cuarenta y tantos años, es inferior a mí. Tengo derecho a ser antipática con ella, como los médicos tienen derecho a serlo conmigo. Uno prescribe la inyección correcta, otro limpia el culo específico, yo pongo la inyección, y otro lo apunta. ¿Cómo me he de comportar ante esta jerarquía? Y, sin embargo, esta mujer lleva quince años trabajando en este hospital, y no dejo de preguntarle cosas. Ella es la sabia, pero el saber lo tengo yo. ¿Cuál es el código? Este hospital es como un castillo medieval con el señor absoluto en el despacho del director... el sitio más recóndito y difícil de encontrar. Los caballeros son los celadores. Y el cura es... ¡eso, el cura!.

(Continuará mañana).

Nota del administrador del blog:

Para acceder a una breve semblanza de Vicente (escrita por su hermana, Cristina, también paciente de Ataxia de Friedreich), hacer click en: Semblanza de Vicente Sáez Vallés.

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2- Sección "PowerPoint del día":

Para ver y/o guardar el PowerPoint, pinchar en: Un e-mail de Dios.

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3- Sección "Porque a mí me da la gana :-) ":

En esta sección os invito al circo. Se trata de un vídeo espectacular, de 6 minutos de duración, alojado en "Jokeroo".

Para acceder, pinchar en: Circo: contorsionismo. Y, para iniciar, pinchar en el triángulo blanco del centro de la pantalla.

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